
¿A qué suena tu nombre?

Las palabras son arte, tienen un sonido y un color, ¿lo sabías? Quizás lo primero sí, todo el mundo entiende que cuando pronuncia algo en voz alta, esto genera un ruido más o menos agradable a los oídos; pero, ¿un color?
Imagínate lo que determina tu destino o el de tu compañía, el nombre que le pongas. Si su fonética es fácil y agradable para la mayoría y además recuerda al color que le gusta a tu público objetivo o target, tendrás mucho por delante.
Si te pusieron un nombre difícil de pronunciar, considerado un ruido desagradable o raro para muchos y que recuerde a un color considerado feo por muchos, esto puede haber impactado ¡hasta en tu autoestima! Ya seas una persona o una empresa, tu nombre, por su sonoridad, conlleva innatos significados que determinarán la imagen que tienen de ti, de tu empresa o de tu partido político.
Álex Grijelmo, describe muy bien en uno de los capítulos de su libro La Seducción de las Palabras, cómo cada vocal evoca un color y, cada consonante, un adjetivo calificativo.
Hagamos la prueba con algún ejemplo, y tú me dices si no te hace sentido. Probemos con un nombre largo como el mío, que además lleva el nombre de mi firma de imagen: Bárbara (Qué Bárbara).
B A R B A R A
Un nombre que precisamente se creó a partir de los fonemas atribuidos por los griegos a los extranjeros, debido a cómo escuchaban el idioma en el que hablaban, imitando su lengua como ‘bar-bar’’ De esta onomatopeya nació la onomástica de Bárbara, que significa ‘’la extranjera’’, aunque antes de ello, se atribuyó el nombre de ‘’bárbaros’’ a los pueblos que desde el siglo V invadieron el imperio romano.
Si diseccionamos esta palabra, que además hoy se emplea como adjetivo para expresar que algo es ‘’fiero’’ o ‘’cruel’’—seguramente por herencia de lo que hicieron los bárbaros con sus hazañas de invasión—‘’arrojado’’ y/o ‘’temerario’’, ‘’inculto’’, ‘’grosero’’ y/o ‘’tosco’’, seguramente por el mismo motivo; pero también ‘’grande’’, ‘’excesivo’’ y/o ‘’extraordinario’’ y ‘’excelente’’, ‘’magnífico’’ y/o ‘’llamativo’’. Veremos que, aunque es una palabra esdrújula de tres sílabas, sólo dispone de tres letras, la B, la A y la R, lo que la vuelve curiosa, original y, valga la redundancia, llamativa, sobre todo por su ambivalencia, que igual expresa algo positivo que algo negativo, según su contexto.
Analizando la sonoridad o fonética de la palabra, es de pronunciación fácil y, por su aliteración, pegadiza. Asimismo, en imagen, lo impar es considerado como más estético y recordemos que este nombre propio y adjetivo calificativo, tiene tres sílabas y tres letras que se repiten, no dos, no cuatro, sino tres. Y, si sumamos las letras que tiene, independientemente de que sean las mismas tres repetidas, suman siete, nuevamente un número impar, lo que reafirma su estética.
Ahora bien, ¿qué evocan las letras B, A y R?
La B: produce una vibración de las cuerdas vocales de 20 milisegundos, lo que la convierte en una letra de rápida pronunciación; a diferencia de la ‘’pe’’ que tarda el doble en ser pronunciada.
La A: es de color blanca. Hay muchas palabras en las que la A tiene un predominio claro y que representan cosas de este color, por ejemplo: clara, escarcha, fantasmas, sábanas, nevada… ¿cuáles más se te ocurren?
La R: evoca fuerza, energía, nuevos intentos. Palabras como ‘’resurgir’’, ‘’romper’’, ‘’resucitar’’, algunas llevan el prefijo ‘’re’’ delante, que indica repetición.
En resumen, entonces, diríamos que Bárbara es una palabra de rápida pronunciación, de color blanco y que evoca poder, por su fuerza y energía.
Ahora que ya sabes algunos ejemplos de que la facilidad y rapidez de una pronunciación, lo pegadizo, la fonética, el color y el significado de cada letra, debería representar tu marca, ya sea personal, empresarial o política, ¿crees que elegiste un buen nombre para tu empresa u organización?
Seguramente tu nombre, por sus letras, represente perfectamente tu personalidad, porque están estudiados los conceptos y colores que se asocian a cada letra, y desde el día que tus papás decidieron cómo llamarte, comenzaron a tratarte como tu nombre de pila requería, porque a través de él te imprimieron una personalidad y un carácter que hoy en día forma parte de tu ser y que tú mismo/a eres consciente, así te ves, así te muestras y así te ven los demás.
¿Qué opinas? Mándame tu nombre, el de tu empresa o tu organización a barbara@quebarbara.soy y te mando un análisis de imagen de tu naming, ¡te sorprenderá saber que hay muchas cosas que sí honran a tu nombre y otras que podrías estar haciendo para que se asemeje más a la imagen que los demás tienen de ese nombre!