
La actitud, el peor defecto o la mejor virtud que puede tener un emprendedor digital
Últimamente he estado reflexionando sobre la actitud, nuestra actitud como dueños de un negocio digital.
Siempre hago mucho hincapié en la coletilla ‘’digital’’ porque insisto que todo lo que es ONLINE lleva un componente de complejidad adicional, a los clásicos de un negocio tradicional.
¿Por qué? Por muchas razones que darían para otro post/episodio, pero dejémoslo en los retos tecnológicos y en lo que supone vender a personas de otras culturas, que es a lo que aspiran muchos negocios digitales, sobre todo si quieren expandirse y crecer a lo grande.
Pues bien, el otro día sufrí una experiencia desagradable con una paisana que era potencial cliente, por medio de nuestro querido Instagram y unos días después volví a sufrir una actitud similar, ahora ya en la vida real, en un evento social, con otro paisano.
Y, como cuando vives fuera, te vuelves como sociólogo y analista cultural, y sientes que podrías dar una cátedra de cultura comparada de tu país vs. El país extranjero en el que vives, pues me puse a pensar hasta qué punto lo ocurrido era un tema cultural o un tema de actitud intercultural.
La verdad es que no soy la única que tiene una opinión, un poco peculiar en algunas cosas, respecto a mi cultura de origen; pero con los días relativicé lo ocurrido y preferí comentar esto desde un punto de vista intercultural y menos dramático, porque seguro hay un componente personal en la visión cultural del asunto.
Como parece que hablo en clave, lo que quiero ayudarte a reflexionar y compartir mi reflexión contigo es fundamentalmente acerca de la actitud en negocios digitales.
He detectado dos actitudes que pueden convertirse en el peor defecto de un emprendedor digital:
- La soberbia
- La impaciencia
A estas alturas, ya habrás podido deducir que mis altercados tuvieron que ver con una actitud de soberbia por parte de dos paisanos míos, pero ese es otro cuento…
Seas de la cultura que seas, pensar que no te falta nada, que lo tienes todo, que lo sabes todo, que no hay nada que te pueda sorprender y no interesarte por el otro, puedo decirte en mi experiencia que es uno de los peores defectos que puedes tener si tienes un negocio digital.
Es imposible que no tengas nada nuevo que aprender (siempre hay algo!), es imposible que no te falte nada (¿has pensado que entonces quizás aspiras a poco o es imposible que crezcas?); pero sobre todo, lo peor que puedes hacer con esta soberbia, es no ser agradecido y negarte a las posibilidades que quizás ni siquiera sabías que existían.
El otro defecto, que debo admitir yo lo sufría y me lo curé con mentores, aprendizaje y experiencias, es el de la impaciencia.
Sigo viendo, incluso con expertos que ya son clientes míos que se quejan ‘’es que no me sale equis cosa’’ y yo les digo: ¿cuántas veces lo has intentado? Y, si la indicación era intentarlo 50 veces, a la décima vez, ya estaban pidiéndome socorro, es decir muchísimo antes de las veces que yo les había dicho que lo intentaran.
Por no hablar de los que, en llamada exploratoria, me dicen que tienen un producto de 1.000 euros y hacen una publicidad incorrectamente configurada y a botón directo de compra y les asombra que no les lleguen ventas.
Los negocios digitales tienen un proceso especial, donde hay implicado cierto grado de tecnología, que va constituyendo un sistema y que supone un proceso, que no sucede de la noche a la mañana.
Si sigues un paso a paso, acompañad@, el proceso es más llevadero y cuando te has dado cuenta hiciste muchísimo en mucho menos tiempo de lo que lograste hacer tu solo, y la impaciencia acompañad@ tiene cura (soy el vivo ejemplo), pero debes pedir ayuda y dejarte ayudar.
Tengo que decir, volviendo al tema cultural, porque no puedo callármelo, que si algo debemos aprender los europeos de los americanos, es esa apertura a todas las posibilidades y ese espíritu de humildad y apertura al aprendizaje que tiene la cultura americana.
Quizás en Europa fuimos los primeros que dominamos el mundo, pero el mundo ha cambiado mucho y tenemos mucho que aprender los unos de los otros.
Mi consejo sería: no te cierres, escucha, aprender, aprovecha y ten paciencia!