
Cuando quieres mandar todo a la MI3%DA
Dicen que los negocios digitales no se consolidan hasta que no pasa un promedio de 6 años, en lo que logra unos ingresos recurrentes fruto de haber dado resultados contundentes y constantes a una comunidad de seguidores online que ha contratado los servicios de ese mentor/coach/facilitador.
Y doy fe que el lapso del primer al tercer año puede que sea de los más duros, ya que uno se encuentra como subido en una montaña rusa emocional donde más de una vez piensa o incluso dice en voz alta: ‘’Estoy a punto de mandar todo a la mierda’’.
La verdad es que se pasan muchos momentos de frustración, uno prueba varias estrategias (a veces no el suficiente tiempo, a veces no con el suficiente presupuesto) y cuando nada parece funcionar lo suficiente para que se den las ventas para mantener la inversión que estos negocios requieren, entonces surge la idea de volver a buscar trabajo o empezar a pensar que el problema es uno mismo, su producto o incluso la gente, que es que ‘’no aprecia’’.
Este post, además de para que no creas que eres el único que ha pensado o ha dicho esta frase en voz alta, es para compartirte qué he hecho yo cuando he estado en esa situación (varias veces, por cierto).
Cuando pienses o digas ‘’estoy a punto de mandar todo a la mierda’’, haz antes lo siguiente:
- No tomes decisiones bajo ese estado emocional de carencia y escasez. Mejor enfría esa emoción y cuando estés menos triste, rabioso o confundido, pregúntate lo siguiente que te digo a continuación.
2. De todo lo que hago, ¿qué es lo que sí ha funcionado, por mínimo que sea? Y sigue haciendo eso, y sobre todo conviértelo en tu estrategia número 1 y si antes le dedicabas el mínimo esfuerzo, ahora duplícalo.
3. ¿He identificado claramente dónde está existiendo el cuello de botella o no tengo claridad de dónde exactamente se puede estar atascando mi proceso de venta? Porque si no tienes claridad sobre esto, difícilmente vas a poder dar en el clavo en tu siguiente estrategia, o más bien difícilmente vas a poder mejorar las que hayas probado.
Si lo anterior no te queda claro, ten una llamada de claridad con el mentor con el que más resuenes. Esas llamadas suelen ser gratuitas y te pueden hacer mucho sentido y ofrecer una luz al final del túnel, ya tú decides si consigues los recursos para contratarlo.
Es una lástima que vayas a tirar todo por la borda, así hayas tenido 5 o 6 tropiezos o momentos en los cuales hayas querido dedicarte a otra cosa.
De hecho, estos momentos son los que van a probar cuánto realmente has nacido destinado/a a ayudar a otros con lo que tú sabes hacer mejor.
Lo que sí te puedo decir es que sin momentos de crisis, es difícil darse el tiempo de pararse a analizar la situación friamente y tomar decisiones que te impulsen hacia adelante.
Por trillado que parezca, a veces hay que estar al fondo del pozo para resurgir en la superficie renovados, con más claridad, más ganas y una nueva visión que nos llevará más lejos a la larga.